La leyenda del Caldén

El Caldén es nativo de La Pampa, no hay en otro lugar del mundo. Para los Ranquelinos –mapuches- este árbol al que llaman HUITRÚ ó WITRÚ, es lógico que sea único en el mundo dado que su origen esta en la leyenda de los antiguas pobladores, en la que un joven de esta tribu que defendía a su raza un día sufrió el saqueo de su toldería y fue capturado y mostrado como trofeo por sus enemigos (Cainé, en la lengua Ranquel) y llevado lejos del lugar. Pero el joven aguerrido logró escapar para buscar ayuda en otras tribus y en su huida se internó cada vez más en el corazón del bosque pampeano, enredándose en los arbustos bajos y enmarañados que crecen en La Pampa. Por más que luchó no pudo zafarse de estas ataduras. Estaba sediento y sangrante, por las raspaduras de las ramas. Su sangre se filtraba en el suelo, quedando cada vez más atrapado. Al verse perdido, se encomendó a Dios, “guitu ruta chao”, para que amparara a su raza a costa de su propia vida, y se convirtió en un árbol fuerte, frondoso, destinado a brindar alimento y sombra a sus hermanos (peñi) y a los animales, que serían los encargados de multiplicarlo por toda La Pampa. Al amanecer cuando sus hermanos y sus enemigos continuaban buscándolo por el campo, sólo hallaron un imponente árbol. Las ramas cubiertas de espinas para defenderse, y una larga raíz para buscar agua.